Diciembre de navidad y año nuevo, en un mundo paralelo
de una armonía falsa, un abrazo y un balazo, de un Santa Claus hipócrita
y un niño dios de mentira
que te ve feo cuando le decís justicia.
No rueda mas aquella pelota hecha con de tiras de telas
en la primera calle poniente del barrio La Merced
en San Miguel, que con sus manos cansadas
confeccionaba don Paco Manzanares
a los cipotes de la calle para jugar en la navidad.
Ni don Quico Sagastizado y los muchachos de la cuadra
no juegan mas el partido de fútbol de la barriada en aquellos diciembres,
ni la seca Marina en la portería de la calle
transformada en cancha de fútbol ya no corren
ni gritan GOL!!! ni se encachimban con la seca
porque le zamparon la goleada de fin de año.
Ya no están en el barrio, ni el choco Carlos, ni el pijuyo,
ni Roberto cutacha, ni Rudy, ni Omar, ni Godo te picó la lora, ni Beto Curunco,
ni Milena la bicha de los camanances; a don Paco Manzanares lo asesinaron
impunemente los escuadrones junto a doña Juanita su esposa la de ojos de esmeralda
en la ciudad más turística de El Salvador Suchitoto y hasta hoy todo impune.
A Paco, el hijo del sastre de la pelota de trapo
y de la dama ojos de esmeralda del barrio La Merced,
el joven que elevaba infinita la piscucha bajo los vientos de octubre
hasta tocar el cielo decía, lo asesinó por orden de Julián B. en ese momento
jefe de la PNC de San Miguel, un comando de la Policía Nacional Civil-PNC.
Al cipote de la piscucha, el mismo de la guitarra proletaria,
el que empuñó el fusil y la idea en la guerra por la paz,
al fusilarlo creyeron terminarle el verso, la palabra, el canto, la lucha
y solo le quitaron el festejo de un primero de diciembre
fecha de su nacimiento y mes de la navidad que nunca tuvo,
mes del cumpleaños también de don Paco padre
y hoy nosotros elevamos muy cargada su piscucha.
Ya no hay mas gritería de cipotes y de viejos
en las mañanas de los diciembres del hoy en el barrio La Merced,
atrás quedaron las carreras de bicicletas
que don Quico premiaba con una peseta al que ganaba
y la seca Marina chiliyuda por ganar la tal peseta
hasta se quebraba la jeta y algunas veces ganó la peseta.
Hoy es otro el Barrio La Merced de antaño,
hoy es otro el que fue el San Miguel de los garrobos,
hoy está modernizado; tiene maras salvatruchas y 18,
tiene un alcalde multicolor-escuadronero, capos del crimen organizado,
habitantes asustados, sometidos, enmiedados,
carteles bien enquistados, políticos pajeros y desmemoriados
pero sobre todo, tiene IMPUNIDAD.
Lejos quedaron las navidades alegres en pobreza
pero alegres en mi barrio donde mi infancia dejé;
ya no hay risas ni gritos libres y seguros,
ya no roda la pelota de trapo hecha con tiras de tela
por don Paquito el artesano de la paz,
y la piscucha de Paquito Cutumay arriba en el cielo vuela
allí está, allí ondea.
Diciembre de navidad y año nuevo, en un mundo paralelo
con una sonrisa falsa, un abrazo y un balazo
de un Santa Claus hipócrita
y un niño dios de mentira
que te ve feo cuando le decís justicia.
POR UN AÑO NUEVO LLENO DE VICTORIAS POPULARES
POR LA LIBERTAD DE LOS CINCO Y TANTOS OTROS
POR LA UNIDAD LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
LA LUCHA CONTINÚA!!!.
Marina Manzanares Monjarás...Mariposa de El Salvador.
diciembre del 2011.
No hay comentarios:
Publicar un comentario