CONTRA LA IMPUNIDAD

“(…) un ejemplo claro del rechazo de las conclusiones de la Comisión de la Verdad lo constituyó la aprobación de una amplia ley de amnistía pocos días después del Informe de la Comisión. La celeridad con que esta ley se aprobó en la Asamblea Legislativa puso de manifiesto la falta de voluntad política de investigar y llegar a la verdad mediante medidas judiciales y castigar a los culpables”.
Kofi Annan, en su balance final del llamado proceso de paz salvadoreño"

sábado, 13 de diciembre de 2008

“No está aquí. No busquen entre los muertos al que vive...


Jon Cortina

DE GUERNIKA A GUARJILA
La pequeña y densa historia de la Asociación Pro Búsqueda, por la lucha y localización de los niños desaparecidos de El Salvador, está traspasada por la historia de un niño vasco nacido en Bilbao el 8 de diciembre de 1934: Jon Cortina. Dos años más tarde, en 1936, el pequeño pueblo de Guernika sería escenario del primer bombardeo de la era moderna, tropas franquista apoyadas por la aviación nazi destruyeron el pueblo y causaron más de 2 mil víctimas entre muertos y heridos. Así el niño Jon Cortina conoció el exilio, al lado de su familia y tuvo que vivir como refugiado en Francia para huir de los horrores de la guerra civil española. Estos hechos de la primera infancia, marcarían para siempre el talante y el corazón compasivo de este niño vasco.

Más tarde, siendo adolescente, Jon ingresó a la Compañía de Jesús. En septiembre de 1955, con solo 20 años de edad, Jon Cortina llegó a El Salvador, como novicio jesuita, siendo parte de una generación de jesuitas como Ellacuría, Montes, Sobrino, Baró, etc., mismos que marcarían la historia de este país.

Jon realizó estudios en varios países: Ecuador, Estados Unidos, Canadá, Alemania y España. Obtuvo un Doctorado en Ingeniería y Licenciaturas en Humanidades, Filosofía y Teología. Su tesis científicas fueron utilizadas por la Comisión Atómica de Canadá y por la NASA.

Jon Cortina fue parte del equipo pastoral que vivió la edad de oro de la teología de la liberación en El Salvador al lado del proto mártir Rutilio Grande en Aguilares, al norte de San Salvador, donde juntos acompañaron el proceso de lucha de las organizaciones campesinas por una vida digna y humana. Con la muerte de Rutilio, en 1977, una nueva página se escribió en la vida de Jon y en la de sus compañeros jesuitas, página escrita a precio de sangre, al trabajar junto a Monseñor Oscar Arnulfo Romero en su pastoral de acompañamiento de la lucha de los pobres.

Desde 1986, el Padre Jon Cortina junto a otro grupo de religiosos acompañó el proceso de repoblación del nor oriente de Chalatenango, ejecutado en plena guerra civil. Desde ese momento su cátedra en la UCA, en San Salvador era su retaguardia, ya que todos los fines de semana se trasladaba, sorteando retenes militares y enfrentamientos, hasta Chalatenango a acompañar a la gente.

Así, por sus constante viajes a la zona de guerra, sobrevivió a la masacre de sus compañeros jesuitas en la UCA, el 16 de noviembre de 1989. En ese momento Jon se encontraba en Guarjila y sobrevivió por la palabra, el ánimo y los cuidados de la gente campesina de esa repoblación. Desde ese momento Guarjila y su gente se convirtió, en una palabra, en su hogar.

En Guarjila, el Padre Jon escuchó de las atrocidades cometidas por el ejército salvadoreño y los cuerpos de seguridad contra las comunidades campesinas, pero sobre todo le conmovió los relatos de las madres que perdieron a sus hijos al serles, literalmente, arrebatados de sus manos por los militares. Así, la práctica constante de la Palabra de Dios, el ejemplo de Monseñor Romero, pero sobre todo sus raíces de niño refugiado hicieron eclosionar en Jon la vocación de consolar a las madres de los niños desaparecidos, fundando su más amado proyecto: la Asociación Pro Búsqueda, para buscar y encontrar a las niñas y los niños desaparecidos en la guerra.

Lamentablemente, el Padre Jon Cortina falleció el 12 de diciembre de 2005, en la Ciudad de Guatemala. Sus restos descansan junto a los de sus compañeros mártires en la Capilla Monseñor Romero de la UCA.

Cuando el Padre Jon murió, un empleado dijo mientras le daban el pésame: “Está aquí, no está muerto”. Algo parecida fue la expresión de aquellos personajes que salieron al encuentro de los amigos del Jesús de los Evangelios que buscaban su cuerpo en el sepulcro donde lo habían depositado: “No está aquí. No busquen entre los muertos al que vive...Díganles a sus amigos que vuelvan a Galilea que ahí lo verán”. Siguiendo está analogía, sin duda alguna, a los amigos de Jon les tocará volver a Guarjila, donde la historia de Pro Búsqueda comenzó...porque ahí lo verán.

TOMADO DE: http://www.probusqueda.org/index.php?module=htmlpages&func=display&pid=8

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Desde el Municipio de Santa Ana, El Salvador, PEDIMOS...


Al Concejo Municipal de Santa Ana: reivindiquen la memoria de nuestras víctimas... reconstruyan su monumento...

Monumento a las victimas civiles del conflicto

Monumento a las victimas civiles del conflicto
Las víctimas civiles de la guerra viven en nuestra memoria con la fuerza de la verdad, muchas veces oculta por sus propios asesinos, que permanecerán escondidos a la sombra de la impunidad...Solo la verdad y la justicia podrá llevarnos hasta el perdón y a la tan ansiada reconciliación...El horror que aquí vivimos no lo debemos olvidar, para que las futuras generaciones no repitan los errores de nuestra sociedad. Santa Ana, 25 de julio de 2007 (esta es la leyenda que rezaba la placa destruída en el monumento a las víctimas civiles del conflicto)
Ubicado en Carretera de Santa Ana hacia Metapán, cercano a la frontera con Guatemala. La construcción de monumentos a las víctimas es una forma de reparación moral, un Derecho a la Memoria, un compromiso de no repetir los crueles errores...
A menos de un año de construído, fue destrozado parcialmente, incluyendo la placa de bronce colocada con la leyenda. Es por tal razón que pedimos acompañemos este repudio moral, a quienes lo hicieron....
Ahora nuestra denuncia es por que las autoridades municipales de Santa Ana no han querido reconstruir el monumento... nuestro monumento.... aún cuando hay un convenio en el cual es responsabilidad de la comuna dar el mantenimiento.