se unió al movimiento dirigido por su hermano Fidel dentro del Partido Ortodoxo (reformista), que luchaba contra la dictadura de Fulgencio Batista, y participó en el fracasado ataque al cuartel de Moncada, el 26 de julio de 1953, considerado como la gesta inicial de la Revolución. Los dos hermanos fueron capturados por la policía, pero la intercesión del arzobispo de La Habana, monseñor Enrique Pérez Serantes, les libró de las represalias.
Yo soy un simple soldado a quien se le asignó una posición y un cometido.
Raúl, condenado por sedición a trece años de cárcel, fue liberado en mayo de 1955 gracias a una amnistía general.