Félix Ulloa
http://www.diariocolatino.com/es/20110228/opiniones/89911/Recordando-a-Guillermo-Ungo.htm
Guillermo Manuel Ungo fue un incansable luchador en favor de la causa socialista, democrática y revolucionaria.
Y aunque esa afirmación suene paradójica para la ortodoxia, él sintetizó su praxis y sus principios en su inmortal frase “NO SE PUEDE SER REVOLUCIONARIO SIN SER DEMÓCRATA, NI SER DEMÓCRATA SIN SER REVOLUCIONARIO”.
Hoy que recordamos el vigésimo aniversario de su fallecimiento, no podemos dejar de resaltar su capacidad concertadora que permitió la construcción de la vanguardia histórica de nuestra revolución, mediante la alianza estratégica del Frente Democrático Revolucionario FDR, del cual llego a ser su Presidente, integrado por organizaciones políticas, gremiales, académicas y de masas, con el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional FMLN, expresión orgánica de las cinco organizaciones político/militares( FPL, ERP, RN, PCS y PRTC).
Memo Ungo, como se le llamó todo el tiempo se ganó no solo el respeto de los líderes políticos y militares del FDR/FMLN, sino la confianza suficiente como para delegarle la mas alta representación en las relaciones con gobiernos, líderes y organismos mundiales, con quienes su mensaje claro y directo, iba creando una amplia red de solidaridad y apoyo a la justa lucha del pueblo salvadoreño, por alcanzar la libertad, la dignidad y la paz por la que luchábamos. La visión de una sociedad justa y solidaria, que era nuestra antorcha común, iluminó siempre sus pasos.
Cuando proyectamos su gigantesca figura en la retrospectiva histórica, lo vemos acompañado de esa pléyade de héroes y mártires que con sus vidas, inspiraban el trabajo sin descanso del Dr. Ungo. Ahí aparecen en primer plano sus compañeros de partido, los patriotas que bajo la bandera azul y roja del Movimiento Nacional Revolucionario MNR, entregaron generosamente sus vidas, encontramos a su inseparable discípulo Héctor Oqueli Colindres, secuestrado y asesinado en Guatemala junto a la compañera socialista guatemalteca Gilda Flores, el Dr. Martín Fernando Espinoza, abatido en su clínica en Guazapa, a Enrique Escobar Barrera capturado en el Externado de San José y masacrado junto a los líderes del FDR, mi padre el Ing. Félix Ulloa ametrallado a pocos metros del campus de la UES y quien había sido de los pioneros junto con el Dr. Mariano Alegría en el trabajo del MNR en el oriente del país.
Pero la gloriosa imagen de Guillermo Ungo, también se sostiene en pilares sólidos del conocimiento científico y el trabajo político. Destacados intelectuales y profesionales contribuyeron a que la difusión de las ideas del socialismo democrático se fueran difundiendo en nuestro país, ahí están Jorge Sol Castellanos, Marco Antonio Vásquez, Mario Flores Macall, Luis Alonso Posada, Ítalo López Vallecillos, Rafael Glower Valdivieso, Nayo Pohl, Daniel Ríos Lazo, Hugo López Mejía, Mario Castrillo Zeledón y una lista de interminables académicos a quienes siempre recordaremos con admiración, ellos junto con luchadores sociales de la talla del “gordo” Velásquez Gamero (primer secretario general del MNR) el líder sindical Eleuterio Cárcamo y el líder campesino Víctor Rivera, dieron vida a gestas heroicas en nuestra historia reciente.
El maestro Ungo, como se le recordaba en la Facultad de Derecho donde había servido la cátedra de Derecho Procesal, pudo representar con honestidad y entrega los intereses del pueblo cuando le llegó su momento. Sin vacilaciones ni diletantismos asumió la responsabilidad de integrar la Junta Revolucionaria de Gobierno en 1979, a la caída de la dictadura militar encabezada por el General Carlos Humberto Romero y con la misma entereza, sin apegarse a las trampas del poder, renunció de la misma en enero de 1980, cuando los mandos militares desobedeciendo las ordenes de la JRG y comenzaron a reprimir y a masacrar al pueblo.
Para entonces, el MNR era miembro pleno de la Internacional Socialista y a la ofensiva conservadora iniciada por Ronald Reagan en USA y Margaret Thatcher en el Reino Unido, se oponían fuerzas socialistas y progresistas en Europa, México y dentro del mismo Congreso de los Estados Unidos. El frente internacional cobro así una importancia capital en nuestra lucha, los compañeros que dirigían la revolución lo comprendieron y delegaron en Ungo una importante cuota de representación al más alto nivel, pues Guillermo Ungo había sido electo Vicepresidente de la IS, Francois Miterrand del partido socialista francés, electo presidente en 1981, junto con México habían firmado una declaración que reconocía la alianza FDR/FMLN como una fuerza política representativa, lo cual nos daba un estatus y una legitimidad totalmente contraria a la estigmatización de grupos terroristas como nos quería etiquetar la administración Reagan.
Muchas batallas se libraron en este frente, dando resonancia a las victorias de las fuerzas guerrilleras en los frentes internos. Denunciando las masacres del ejercito de la dictadura, la horrendas violaciones a los derechos humanos en el campo y la ciudad, la represión contra el movimiento sindical, campesino, estudiantil, magisterial, etc. Ungo junto a la Comisión Político Diplomática CPD, a la Comisión de Solidaridad Internacional CSI y los miles de comités de apoyo a nuestra lucha en los Estados Unidos, Europa, América Latina y en casi todo el mundo, viajaban incansables explicando, informando, compartiendo nuestro doloroso proceso.
Y mientras se realizaba todo ese esfuerzo, a la par se construían propuestas para alcanzar una solución política y negociada a la guerra. Ungo era un canal confiable, seguro e idóneo para llevarlas a las altas esferas, tanto a los gobiernos que apoyaban esta solución no militar como los compañeros de partidos y entidades afines que contribuían a la formulación de una, otra y otra propuesta. Finalmente y por medio de los Acuerdos de Esquipulas II se logró abrir pequeños espacios que permitieron el retorno al país de los miembros del FDR y que participaran en los procesos electorales. Al MNR se le devolvió la personería jurídica que se le había cancelado durante toda la década desde 1980 y Ungo fue candidato a la Presidencia de la República junto con el Dr. Mario Reni Roldán en 1989. Dada la ofensiva militar del FMLN en noviembre de ese año Ungo tuvo que salir de nuevo al exilio y cuando se aprestaba a una nueva batalla electoral en 1991 como primer candidato a diputado por San Salvador lo sorprendió la muerte.
Como los grandes hombres y mujeres, su partida dejó un enorme vacío en el escenario político nacional, pero su ejemplo de luchador por la revolución, el socialismo y la democracia, nos quedan como un legado para las presentes y futuras generaciones.
Esperamos que su memoria sea siempre honrada con conductas como las que Guillermo Ungo siempre observó: honestidad en ejercicio del cargo público, defender el interés del pueblo antes que el interés personal y sobre todo trabajar con amor pero no enamorarse del puesto, para que otros puedan seguir la interminable obra de construir la sociedad justa y democrática que todos anhelamos.
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